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Aforado

Matraz aforado

Descripción

El matraz aforado o simplemente matraz, es un recipiente volumétrico con forma de pera y base aplanada. Presenta un cuello largo y delgado, con marcas que permiten determinar el volumen de los líquidos.

En el cuello, se encuentra una etiqueta con información básica sobre el instrumento, tales como la capacidad volumétrica, la temperatura a la cual se debe trabajar con el instrumento y la marca del fabricante.

Está dotado de un tapón que puede ser de plástico, corcho o de vidrio templado. Por lo general se hace de polipropileno. Dicho tapón encaja perfectamente en la boca del matraz y evita que ocurran derrames cuando se preparan soluciones. Los tamaños más comunes son 25, 50, 100, 250, 500 y 1000 mL.

Presenta una marca llamada aforo, la cual establece el límite de líquido que acepta el matraz. Entre el aforo y la boca del matraz hay una distancia considerable que permite que se pueda agitar el contenido en caso de que sea necesario.

Los matraces aforados están calibrados para contener el volumen especificado de líquido a una temperatura definida. Como la graduación rodea todo el cuello del matraz, es fácil evitar los errores de paralaje cuando se lleva el líquido hasta el aforo. Esto se logra alineando el ojo de forma que los lados más cercanos y más lejanos del anillo sean tangentes al borde inferior del menisco.

¿Para qué se utiliza el matraz aforado?

Para medir volúmenes de líquidos:

El matraz aforado se emplea para medir el volumen de los líquidos. Presenta una serie de marcas en el cuello que sirven para tal propósito. Al medir el volumen de un líquido en un matraz, se observará que éste se curva hacia arriba o hacia abajo. Los bordes se observarán más altos y el centro estará a un nivel más bajo o viceversa. La forma de la curvatura dependerá del tipo de líquido que se está midiendo. Este fenómeno es conocido como “menisco”. El punto central es el que se debe tomar en cuenta al momento de hacer la medición. El hecho de que el cuello del matraz sea tan estrecho facilita la medición: cualquier cambio en el volumen del líquido se observará en la altura del menisco. Es necesario tener en cuenta que cuando se va a tomar la medida de un líquido, el ojo debe estar al nivel del aforo, ni más arriba ni más abajo. Para que la medida sea correcta, el aforo debe ser percibido por el ojo como una línea recta y no como una elipse.

Para preparar soluciones:

Los matraces aforados se emplean comúnmente en la preparación de soluciones valoradas. Es decir, soluciones en las que se conocen las cantidades precisas de soluto y de solvente a ser mezclados. Para esto, se mide el volumen del solvente en el matraz aforado, mientras que el peso del soluto se determina con una balanza de precisión o con una balanza analítica. Posteriormente, se le coloca el tapón al matraz. De este modo, se puede agitar el recipiente para integrar los componentes de la solución sin temor a que se derramen.

¿Cómo utilizar el matraz aforado?

Lo primero que se debe hacer antes de utilizar el matraz es limpiarlo a profundidad y secarlo. Cualquier residuo o gota de agua en el instrumento podría alterar el volumen de la sustancia, generando errores de medición. Los experimentos con un matraz aforado deben realizarse a 20 °C como mínimo y 25 °C como máximo, puesto que dichos instrumentos fueron creados para trabajar en estas condiciones.

Se comienza por añadir el soluto (que fue previamente pesado). Si se adhiere parte del soluto al cuello del instrumento, éste debe ser despegado cuidadosamente con el solvente. Sin embargo, es mejor hacer que el soluto llegue directamente al fondo. Cuando ya se ha añadido la mitad del solvente, se agita el matraz para disolver el soluto. Hay que tener cuidado de no agitarlo de manera muy vigorosa, ni de hacer que la mezcla salpique hasta el aforo. Posteriormente, se añade el resto del solvente hasta llegar a la marca indicada. Se le coloca el tapón y se agita con mayor fuerza para hacer una mezcla homogénea.

Para usar el matraz de aforo, es necesario realizar las siguientes acciones: medir o pesar la cantidad de sustancia que se necesita y pasarla al matraz. Una vez que la sustancia se encuentra dentro del matraz, es necesario agregarle líquido en cantidad necesaria para poder diluir la sustancia. Es importante tener en cuenta que la altura de la sustancia no debe ser superior a la mitad de la altura de la parte ancha del matraz.

Seguidamente, es necesario agitar en forma circular para lograr la completa disolución de la sustancia. Una vez diluida, llenar el matraz hasta una altura de un centímetro más abajo del aforo.

Cabe destacar que la mejor manera de evitar equivocaciones de paralaje al llevar el líquido contenido en el matraz hasta el aforo es alinear el ojo de manera que los lados que se ubican más cerca y los más alejados sean tangentes al borde inferior del menisco.

Si el soluto que se desea disolver debe calentarse, esta operación debe realizarse en un matraz Erlenmeyer o en un vaso de precipitado. Una vez frío, se trasvasa al matraz y se lleva al volumen final.

Por lo tanto, debe evitarse el sobrecalentamiento.

Precauciones

El matraz aforado es un instrumento de precisión que puede ser afectado por diversas condiciones. Por ejemplo, si se calienta a muy altas temperaturas, el vidrio del matraz podría alterarse, haciendo que éste ya no fuera tan preciso a la hora de medir volúmenes. Por lo tanto, debe evitarse el sobrecalentamiento.

Uso del matraz aforado